2 de octubre
Santos ángeles custodios
Job 19, 21-27 Yo mismo veré a Dios
Porque al contemplarte como tú eres, Dios nuestro, seremos para siempre semejantes a ti y cantaremos eternamente tus alabanzas, por Cristo Señor nuestro. Aún no soy todas las cosas, pobre criatura incapaz de contemplarte a ti, mi Dios y mi todo, he de serlo todo.
Valgan estas dos oraciones, que brotan en mi memoria, para abrirme a ti este día. Y verte sin saberlo.
Tener la certeza de ver a Dios, es vivir con la vista atenta a sus manifestaciones.
¿Dónde? En mi vida creo que lo tengo y me siento profundamente agradecida.
Trato de hacerlo presente en mis hermanos, en los más necesitados.
No me olvido de nutrirme a diario de Él.
Si de amor hieres, con amor sanas
si el silencio ahoga, tu palabra salva
si la ausencia mata, tu presencia calma
Si solo existimos en ti ¿para qué este vacío inútil?