23 de febrero
Jueves VII
Ecl 5, 1-10 No confíes en tu riquezas ni digas, soy poderoso
Inocente de ti, cuando mueras, de qué te servirá el poder, el honor y la gloria, vana en este mundo: pierdes el tiempo y malgastas la vida mirándote al espejo. Por eso te consume la ansiedad y estás lleno de enfermedades imaginarias. Porque eres infeliz y pones lo que es en lo que no es. Pierdes el tiempo, y la vida se escapa de tus manos enjoyadas con la sangre de los inocentes. ¿es esto lo que dices, Señor?
Me gustaría emplear mis ojos para ver todo lo bueno que hay en la vida,dado por ti.Me gustaria emplear mis manos para ayudar y acariciar .Me gustaría que mis pies siguieran tus sendas,me misericordia ,de compasion ,de servicio…Ayúdame,Señor, que es lo que me gustaría desear en todo momento.