20 de diciembre
III jueves de adviento
Is 7, 10-14 Pide una señal al Señor tu Dios
Desde lo hondo, en lo profundo del ser abierto a ti como una granada, espero esta señal, la certeza de la salvación, la visión de tu gloria ( ¿cómo es posible verte y no morir en el resplandor de tu belleza, de tu verdad accesible, de tu bondad hecha carne?). No me doy cuenta que ya tengo la señal: la virgen está encinta, y dará a luz un hijo, y le pondrá, oh maravilla de las maravillas, Emmanuel, que significa Dios con nosotros.
En tu Palabra te vas manifestando.
Siento tu divina venida, sé que lo haces porque nos amas.
Has que sepa recibirte dignamente, y con mi vida te vean los demás.
Llena de ti.