27 de febrero
Viernes después de ceniza
Is 58, 1-9 No cerrarte a tu propia carne
Vivamos en cuaresma abiertos a la carne de Cristo que sufre la pobreza en medio de nuestro mundo. Partamos nuestro pan con el hambriento, hospedemos a los pobres sin techo, vistamos a los que veamos desnudos, no nos cerremos a nuestra propia carne.
La campaña de cuaresma, “Cuarenta días con los cuarenta últimos”, puede ser una ayuda para poner nuestra mirada en la pobreza de nuestro mundo. Y actuar en nuestro corazón.
Soberbia, Avaricia, Ira, Lujuria, Envidia, Gula y Pereza, Señor, ayúdame en mi ayuno, ayúdame a poner en mi vida Humildad, generosidad, paciencia, diligencia, castidad, continencia,caridad, gozo y bondad, de este modo podré preparar mi camino a tu cruz.