4 de noviembre
XXXI Domingo
Dt 6, 2-6 Amarás al Señor tu Dios con todo el corazón,, con toda el alma, con todas las fuerzas
Totalidad, sin reservas: eso es lo que me pides, Señor. Entrega sin limitación ni medida. Darte todo, lo bueno y lo malo, lo claro y los oscuro, la santidad que procede de ti y el pecado que anida en mi corazón. Todo mi corazón ensartado en la flecha de tu amor. Totalidad. Reconoce Santa Teresa de Jesús que no te das a Ti del todo hasta que no nos damos del todo a ti. Dame a ti, Señor.
Abrazados en tu amor.
De fuego que consume y no da pena.
¡No quieres medias tinta Señor!
No nos pides cosas difíciles, sino un compromiso de Amor, pero total, no haces distinción entre el Amor. Quiero vivir ese Amor que me pides, para ello necesito fuerza y gracia tuya.
Yo tengo claro que el Amor a Dios, no lo puedo separar del amor a mis hermanos, te suplico fuerzas para superar todo los optaculos. Para poder; ¡Amar al Señor, con todo el corazón, con toda el alma, con todas mis fuerzas!
Dueño y hacedor del amor, muéstranos tu camino en el ritmo cotidiano de la vida