21 de marzo
Miércoles IV cuaresma
Is 49, 8-13 En tiempo de gracia te he respondido, en día propicio te he auxiliado
Me gusta, señor, considerar en día de hoy, cada día, tiempo de gracia donde tú te manifiestas y te haces presente, donde tú me llamas y me iluminas, donde tú te manifiestas para aumentar mi gozo y mi fortaleza. Cualquier día, cualquier momento, cualquier circunstancia, tiempo de gracia y salvación, porque ahí estás tú, y ahí te encuentro.
caminando por el filo atisbo a ver un valle tranquilo. Montañas escarpadas en el horizonte me recuerdan tu promesa de hacer un camino plano en medio de ellas. Me paro y sopeso la idea de seguir avanzando y de nuevo te oigo decir que si caigo y muero encontraré la vida