21 de junio
San Luis Gonzaga
Mt 9, 19-23 No atesoréis tesoros
Mirando las cosas en su verdad que ridículo es atesorar tesoros, acumular dineros, desear cada día más y más. Qué compulsión más desaforada la del consumo sin fin en el que se asfixia nuestro ser humano. Necios somos, duros de mollera, tardos en comprender la realidad. Mientras tanto tú te sigues despojando de todo, abriendo tus brazos, muriendo en la cruz, solo y abandonado. Y cada día las riqueza acumuladas se malreparten entre los herederos.
Tú mi tesoro, mi verdad, mi vida,
despierta en la mañana
canto tu alabanza
me colmas de riquezas,
reboso de júbilo
El mayor tesoro que deseo acumular en ésta vida, es vivir con las manos llenas de servicio y entrega a mis hermanos.
Lo demás es superfluo y no nos llevaremos nada de ello.
Atesorar riquezas en las nubes y besos en las flores,
moverse con el viento, asentándose cuando éste para.
Dejar libre la mirada y dejar correr las palabras.
Sentir cerca tu calor en mi morada