Tesoro I

27 de julio
XVII Domingo

Rm 8, 28-30 A los que aman a Dios todo les sirve para el bien

Te amo, Señor, tú eres mi fortaleza, por eso no tiemblo aunque tiemble, por eso el cielo sigue azul, o cubierto, lleno de luz en la noche. Te amo, Señor, y todo es bien en tus manos, tú transformas el desierto en un manantial, sin que bien sepa cómo. Te amo, Señor, por ti vendo todo lo que tengo, por tu tesoro escondido en mi, por tu perla preciosa engarzada en las entrañas de mi ser. No te pido ni vida larga, ni riquezas, ni poder sobre mis adversarios, sino la sabiduría que procede de ti, que me hace ver que a los que te amamos todo sirve para el bien.

07.27

Autor: Nano SM

Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa. Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.