15 de marzo
Martes V de cuaresma
Jn 8, 21-30 Yo me voy y me buscaréis
Te busco, Señor, y tanta veces te se cercano y presente aunque no te vea ni te encuentre si se me desvele el misterio de tu gloria, que atisbo desapercibidamente cada vez que buscándote me olvido de buscarte y deseándote me olvido de desearte. Te vas y te busco, vienes y te busco y la vida se me va en este anhelo, mientras me rocías con tu misericordia.
En mi corazón está siempre el deseo de tenerte dentro.
Por mis debilidades sé que me separan de Ti, pero Tú no me abandonas jamás.
Eres muy cercano y me amas más de lo que merezco. ¡¡Gracias por tu infinito Amor!!