22 de abril
III domingo de Pascua
Jn 21, 1-19 Aquella noche no cogieron nada
Compartimos con los apóstoles, en algunos momentos, la sensación de inutilidad, de incapacidad, de no alcanzar nuestras metas o no conseguir ver realizadas nuestras ilusiones, o simplemente de no ver los frutos de nuestro trabajo. A todos los niveles, en el plano personal, como comunidad creyente…Trabajamos y a veces pareciera que bregamos en vano. Jesús nos pregunta lo que ya sabemos, para que le contestemos “no tenemos nada”…para que confiemos en su palabra: Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis. Para que sigamos haciendo lo mismo, ahora con Él.
Hoy es el día de confiar en el Señor, en Jesús resucitado.
Cuantas veces, después de mucho trabajo, de mucha lucha, amanece y no tenemos nada, parece que todo nos sale mal, nos cansamos y quisieramos no seguir. Este es el momento de acercarse a los apostoles, subir con ellos a la barca del trabajo y de la lucha para poder desde allí descubir a Jesús que se acerca y después de oirnos decir que no tenemos nada, nos manda volver a echar las redes, volver al trabajo, a la lucha.
Hoy aprendo de la docilidad de los apóstoles que, aún estando cansados y no conseguir nada, hacen caso a Jesús y acceden a echar las redes a la derecha, allí se llena y no pueden con ella.
Yo sigo trabajando por tí, Jesús, ayúdame a no perder la esperanza y la fe en la pesca diaria.