23 de junio
Lunes XII
Mt 7, 1-5 No juzguéis
¡Qué difícil, Señor, no juzgar! Juzgo porque me creo superior, porque creo que nadie hace las cosas como yo, porque soy impaciente, porque no confío en el otro, porque tengo una mirada que no abarca horizontes inconmensurables, porque no miro desde tus ojos de misericordia, porque no amo como tú. No juzguéis y no os juzgarán, me dices, pero sigo juzgando. Dame sencillez, dame humildad, dame tu verdad, dame tu amor para amar.
¡¡Gracias Nano!! Describes perfectamente nuestra actitud.
Intentaré cambiar radicalmente mi actitud.
No veo el mal que has hecho
veo el que te han hecho
No oigo tus gritos desesperados
oigo los que te gritaron
No siento tus lágrimas
siento las que no te lloraron
Y siento que no estuviera nadie contigo cuando te dañaron, gritaron y golpearon
siendo apenas mi presencia una caricia en un inmenso océano de dolor