Seducido

3 de septiembre
Domingo XXII

Jer 20, 7-9 Me sedujiste, Señor y me dejé seducir

Caigo rendido ante ti, Señor, rendido, raptado, seducido, conducido al desierto, en soledad, en silencio, en la aridez diaria de tu presencia, polvo, sudor y hierro, destellos de luz, frío en la noche, sequedad fecunda, miedo, desnudez, allí donde me haces tuyo, desde siempre y para siempre tuyo, en medio de la nada me llenas todo, me seduce tu mirada, tu voz, tu mano, tu ser entregado para mi salvación.

Autor: Nano SM

Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa. Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.