11 de septiembre
XXIV Domingo
I Tim 1, 12-17 Doy gracias a Cristo Jesús, Señor nuestro, que me hizo capaz, se fió de mi…
a mí, en mi pobreza e incapacidad, superada por la fuerza de su fidelidad que me hace fuerte, sigo con el hilo de ayer, porque tu Palabra siempre es oportuna, Palabras de amor. Doy gracias a Cristo Jesús, Señor nuestro, que me hizo capaz, se fió de mi…y me confió este ministerio, a mi…pero Dios tuvo compasión de mi…la gracia de nuestro señor sobreabundó sobre mi, tu gracia vale más que la vida, junto con la fe y el amor que tienen su fundamento en Cristo Jesús. Al Rey de los siglos inmortal, invisible, único Dios, honor y gloria por los siglos de los siglos, cada año, renuevo el compromiso.
Felicidades Nano en el aniversario de tu consagración sacerdotal. Te transmito estos poemas de Ernestina de Champourcin que tienen un gran sentido espiritual.
TÚ me dijiste: «Basta
me hospedaré contigo» (Zaqueo)
. . .
TÚ solo. Nada más
TÚ solo. Nada menos.
Tu presencia en mi alma
y la ausencia en mi cuerpo
de lo que no eres TÚ.