27 de diciembre
San Juan, apóstol y evangelista
Jn 20, 2-8 El otro discípulo, a quien tanto quería Jesús
Tan querido por ti, Señor. Tan amado. Tan amante. En Juan todos y cada uno de nosotros somos discípulos de tu amor. En la cabeza de Juan recostamos nuestro corazón en tu costado. Con la mirada de Juan nos embebemos en tu rostro, contemplamos tu hermosura y quedamos radiantes. Con Juan escuchamos la palabra que sale de tu boca, y que sacia nuestros anhelos. Con Juan queremos ser testigos de tu resurrección.
Es una gracia, sentirnos tan amados por Dios en Juan.
Al ver tu Rostro misericordioso, lleno de ternura para con todos y cada uno de tus hijo.
Tú nunca discriminas a nadie, nosotros los hombres, si lo hacemos.
Tu amor es como un relámpago de luz que nos alcanza en medio de la muerte
Tu mano acaricia, acoge, bendice,
En tu mano mi vida
Tan silenciosamente enamorada