San Esteban

26 de diciembre
San Esteban

Salmo 30 A tus manos, Señor, encomiendo mi Espíritu

Digo esta frase contemplado el misterio de tu nacimiento. Naces para morir. Envuelto en el pesebre, prefiguras la mortaja de la tumba. Desde el principio, hasta el final, poniendo tu vida en manos del Padre, encomendándole tu Espíritu. Así, Señor, Esteban, el primer mártir. Así tantos cristianos que unen su vida sin reserva a ti. Así, con tu gracia, deseo vivir, y morir, en Ti, que por mí naces y mueres.

 12.26

Autor: Nano SM

Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa. Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.