4 de septiembre
Miércoles XXII
Lc 4, 38-44 Se fue a un lugar desierto
Tú me sigues llevando a un lugar desierto, en silencio y soledad. Una vez más, Señor, sedúceme y ayúdame a ser seducido por ti sin reservas, incondicionalmente, reconociendo que eres el único Señor de mi vida.
Autor: Nano SM
Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa.
Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.
Lee todas las entradas de Nano SM
Muchas gracias por estas preciosas palabras.
Buscando mi tranquilidad…me retiro con mi silencio interior para hablar contigo Señor.