19 de septiembre
Jueves XXIV
Lc 7,36-50 Ella en cambio me ha ungido los pies con perfume
Ungirte los pies con mi perfume, derramado en tu carne, romper mi alabastro, alabarte, besar delicadamente tu cuerpo, ternura del primer beso robado, regar tus dedos con mis lágrimas, enjugar con la melena tus humedades, secarte con el calor de mi aliento, desmenuzarme en ti, perderme en amores, todo tuyo, desmayado.
Autor: Nano SM
Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa.
Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.
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