21 de octubre
Viernes XXIX
Rm 7, 18-25 El bien que quiero hacer no lo hago, el mal que no quiero hacer, eso es lo que hago.
¡Qué bien descrita la realidad de nuestra existencia, Señor, el contrate entre el querer y el obrar, la incoherencia de nuestro ser. Voy a dejar que esta frase vaya trabajándome desde dentro, al menos hoy. Sin otro deseo que ser más tuyo, con mayor verdad y mayor autenticidad. Por la riqueza de tu gracia, que opera en mi el querer y el obrar.
Soy consciente Señor de mis debilidades, sé que no siempre actuó como Tú lo deseas, aunque yo lo quiera. Me queda el consuelo de la gran ayuda de tu Gracia, te pido que siempre me asista, yo confío plenamente en Ti.