4 de mayo
Viernes IV de pascua
Hechos 13, 26-33 Nosotros os anunciamos la buena noticia
Este anuncio transforma la humanidad y la historia, renueva la creación. Es el anuncio de tu resurrección, la muerte, mi finitud, no tiene dominio en mi ser. Es el anuncio que quiero gritar desde las profundidades más abismales, una vez rotas mis tinieblas, donde secretamente tú solo moras, para que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad. Solo tú eres Cristo bello.
Me esperas en tu morada
¿hacia dónde iré?
Tan cerca que puedo verte
Tan lejos como el abismo entre el día y la noche
Me buscas y te intuyo
Me cercas y huyo
Me abandonas a mi suerte
Me obligas a buscarte de nuevo
¿hacia dónde iré?
¿qué haré sin ti?