14 de abril
Martes octava de Pascua
Jn 20, 11-18 María Magdalena fue y anunció
Es la consecuencia inmediata de verte resucitado: transmitir que te hemos visto, que la muerte no tiene dominio sobre Ti, que vives entre nosotros, que podemos abrir los ojos y reconocerte, los oídos y escucharte, que cambias nuestro luto en danza…Dar testimonio de Ti, Cristo amado, y de la profundidad inmensa de tu amor que se ha entregado hasta la muerte para salvarnos, para darnos vida desde más allá de la muerte. Anunciar a todos los hombres y mujeres cercanos y lejanos, Verdaderamente Cristo ha resucitado, aleluya.
Encontrarme con el Señor Resucitado es para mi VIVIR.
Vivir con El y para El las 24 horas del dia, es saber que El esta siempre a mi lado:en los momentos difíciles,en la alegría de compartir la vida,la oración y la fe con los demás.
Señor, cuanta alegria, mi corazon se desborda y corre presto a compartir la noticia de tu resurrección, tu aliento es vida incluso en la muerte, tu promesa se ha cumplido, permanece en nosotros para que en nuestra debilidad pueda cumplir nuestras frágiles promesas.