Unidad Cristianos IV


25 de enero
Conversión de San Pablo

Hechos 22, 3-16 …una gran luz….

Iluminó a san Pablo en el camino de damasco, y le dejó ciego para que pudiera ver en la luz que no conoce el ocaso. Una gran luz, inesperada, arrebatadora, turbativa, transformó su vida y la dejó abrasada en la claridad de tu verdad. Una gran luz le movió a evangelizar y proclamar la vida que vino al mundo para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombras de muerte. Tu luz, Señor, nos hace ver la luz.
Te pido por la unidad de los cristinos.

Unidad Cristianos III

24 de enero
Martes III

I SM 6, 12-15.17-19 E iba danzando  ante el señor con todo entusiasmo

La danza ante ti, Señor, como gesto de gratuidad, de amor, de adoración y de unión entregada. La danza que no voy a realizar en físicamente pero que puedo realizar en el tablado de mi corazón, con la música que tú pones en el pentagrama de mis anhelos. Danzar  con entusiasmo, con la danza del amor hermoso.
Te pido por la unidad de los cristianos.

Unidad cristianos II

23 de enero
Lunes III

Salmo 88 Mi fidelidad y misericordia lo acompañarán

Esta es la certeza, ya experimentada en mi vida: tu fidelidad y tu misericordia me acompañan todos los días, sobre ellas descansa la posibilidad de mi torpe respuesta, ellas permiten la intención de mi fidelidad. Porque tú, Señor, eres la roca firme sobre la que se edifica mi existencia. Sin tu gracia, todo se desmoronaría.
Te pido por la unidad de los cristianos.

Unidad Cristianos I

22 de enero
III Domingo
Mc 1, 11-20 Venid conmigo

Se cumplía el tiempo de la revolución francesa y el Beato Chaminade, cuya memoria se celebra en este día, se convertía  a ti, creía en el Evangelio, y se disponía a escuchar tu llamada que decía: Ven conmigo, te haré pescador de hombres. Llamada que nos sigues dirigiendo cada día a todos, ¡Ven conmigo!, ven a evangelizar, desde la Iglesia, desde la entraña de María.
Te pido por la unidad de los cristinos.

Tal cual

21 de enero
Sábado II
Mc 3, 20-21 Jesús fue a casa con sus discípulos y se junto de nuevo tanta gente que no los dejaban ni comer. Al enterarse su familia, vinieron a llevárselo, porque decían que no estaba en sus cabales.

Esta es tu Palabra. Para hoy.

Monte

20 de enero
Viernes II
Mc 3, 13-19 Jesús, mientras subía a la montaña,…

Subir contigo a la montaña, subir, subir, dejando todo, llevando nada, subir subir contigo a la montaña, en silencio, con todo el cansancio de la escalada, subir, subir, y luego nada, nada, desprendido de todo, nada, nada, para alcanzar la dicha que no se alcanza, que es puro don inesperado, para ser llamado porque me quieres, para que vaya contigo a proclamar tu salvación.

Confío

19 de enero
Jueves II

Salmo 55 En Dios confío y no temo

Bueno es poner la confianza en ti, Señor, solo en ti descansa mi ser confiadamente, que se recuesta en tu pecho anhelando el latido de tu amor, en el silencio de la noche, bello hasta cansar mi corazón, Dios mío. Confiar y no temer, pues tu eres mi fortaleza y mi auxilio, pues tu eres en mi mi propio ser. Disuélveme en la confianza más radical. Aleja los miedos que me doy.

Nuevo

18 de enero
Miércoles II

Salmo 143 Te cantaré un cántico nuevo

Y me pregunto cuál es el cántico que hoy te quiero cantar en novedad de amado, cuál es el canto que te puedo cantar desde la vida nueva que continuamente me estás ofreciendo, cuál es la melodía  vital con la que estoy alabándote sin saberlo y que hoy quiero hacer consiente. Pon tu la música en mi corazón, Señor, junto con la letra de tu Palabra.

Fardos

 17 de enero
Martes II

Mc 2, 2-28 El  sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado

Perdona, Señor, los fardos pesados que ponemos sobre tantos hombres y mujeres a través de normativas que asfixian, que cierran el corazón, que son como pesadas cadenas que impiden acudir con libertad a la dicha de tu amor, a la voz cálida que llama para proclamar un año de gracia y de perdón. Perdona, Señor, a tantos hombres y mujeres tuyos que embrutecidos por la ley no saben dar una palabra de aliento ni de consuelo.

 

Estás

16 de enero
Lunes II

Mc 2, 18-22 Mientras tienen al novio con ellos no pueden ayunar

El novio, el deseado, el amado, el amante, el que con su mirada lo cubre todo de su hermosura, el que hace desbordar mi corazón de gozo inefable, el que me deja con un no se que que queda balbuciendo tras acercarse para unirse en lo más recóndito y desconocido de mi ser y llevarme a las profundas cavernas del sentido, el novio, tan presente, tan inasible…¿cómo voy a ayunar?