Perder la vida

16 de noviembre
Viernes XXXII

Lc 17, 26-37 El que pretenda guardar su vida, la perderá

Torpe y duro de corazón para comprender esta verdad, que se hace tan manifiesta cada día. Cuando vacío mi orza de aceite tú la llenas, cuando pongo la fe en ti, y no en mis realizaciones, tú me aumentas la fe y me das la vida verdadera; cuando se me siervo inútil me libero de mí mismo, y al no esperar nada recibo todo; cuando me postro ante ti desaparezco y me recobras en tu amor crucificado; cuando se que no vienes espectacularmente tu Palabra llega cada día y llena la vida de tu luz encarnada.

Espectacular

15 de noviembre
Jueves XXXII

Lc 17, 20-25 El reino de Dios no vendrá espectacularmente

Aquí estás: haciendo de mi tiempo, del ahora mismo, tiempo de salvación. ¿Y aún quiero mayor manifestación? Pon fe en mis ojos para ver; fe en mis oídos para escuchar tu palabra y entenderla; fe en el corazón para, en el silencio de tu amor, saber que estás de la manera más sencilla, más pequeña, más habitual.

Adorar

14 de noviembre
Miércoles XXXII

Lc 17, 11-19 Se echó por tierra a los pies de Jesús, dándole las gracias.

Como el leproso que ha quedado limpio de su lepra, postrarme y agradecerte; postrarme y adorarte; postrarme y reconocerte Señor y Salvador; postrarme y amarte; postrarme y desaparecer en la postración para no ser simplemente alabanza de tu gloria, como el pájaro que canta y eleva su canto hacia ti. Fundido en la tierra, a tus pies.

Siervos inútiles

13 de noviembre
Martes XXXII

Lc 17, 7-10 Somos siervos inútiles

El misterio de decir esta frase, Señor, con verdad, desde lo más profundo del corazón, es el misterio de la humildad, de la donación, de la confianza en tu dinámica de la salvación. Del no querer ser ni tan siquiera ser para ser en Ti no siendo. Rechazar toda apariencia, todo reconocimiento, toda recompensa. No buscar nada que no venga de tu misteriosa donación de gracia, de tu ir creciendo en mi inutilidad sin que yo bien sepa cómo.

Fe

12 de noviembre
Lunes XXXII

Lc 17, 1-6 Auméntanos la fe

Esta es la petición de los apóstoles, la petición de cualquier hombre y mujer de fe que se da cuenta de la fragilidad de su fe, de la limitación de su confianza en ti, de la precariedad con la que se abandona en tu providencia de amor. Tener la fe de un grano de mostaza, Señor, me dices, bastaría. Pues no debo tener si tan siquiera la pequeña simiente de esta hortaliza. Y sin embargo, Señor, porque creo y quiero creer te digo: auméntame la fe.

La orza

11 de noviembre
XXXII Domingo

I Re 17, 10-17 La orza de aceite no se vaciará

Abundancia sin fin en tu presencia, Señor: llenas lo vacío, das el ser a lo que no es, colmas de bienes mi pobreza, llenas lo que te entrego, cuanto más te doy de das, cuando menos te doy te das sin tasa porque tu ser es darte y no vaciarte en el don. Entregarte la harina, el aceite, la posibilidad de sobrevivir. Pues si de ti no recibo el milagro de la vida, ¿cómo voy a vivir en plenitud?

Todo III

10 de noviembre
Sábado XXXI

Filp 4, 10-19 Estoy entrenado para todo y en todoLa totalidad de ser en Ti, sin reservas, hace que todo sirva para el bien de los que te amen, que todo sea indiferente sabiendo que todo es distintos, que todo sea vivido y asumido desde lo profundo del ser habitado por ti, donde no hay viento que derrumbe la certeza, ni ladrón que pueda robar el tesoro del ser esencial, que procede de Ti y que unido a ti dura eternamente.

Edificio de Dios

9 de noviembre
Dedicación de la basílica de Letrán

I Cor 3, 9-11.16-17 Sois edificio de Dios

Cimentados sobre la roca de los apóstoles, construidos como Iglesia viva, morada de tu presencia, templo de tu gloria. En ti, Señor. Quiero volver hoy la mirada a la Iglesia de Roma y pedirte que nos des un nuevo ardor misionero, una vocación misionera para llegar con el lenguaje actual a los hombres y mujeres de nuestro hoy, para proclamar que tu grandeza, para que todos se alegren en Ti, nuestro Salvador.

Todo II

8 de noviembre
Jueves XXXI

El 3, 3-8 Todo

Todo lo que era par mí ganancia lo considero pérdida comparado con Cristo; más aún, todo lo estimo pérdida comparado con la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo perdí todo, y todo lo estimo basura con tal de ganar a Cristo. Todo, todo, todo, todo, todo en Ti, Señor.

El querer

7 de noviembre
Miércoles XXXI

Fil 2, 12-18 Es Dios quien activa en vosotros el querer

Es claro. Porque si el querer dependiera de mí…¡qué poco querría!¡Qué poco te querría si tú no me amases primero y me mostrases, cada día, las pruebas de tu amor inagotable e inconfundible! Y si no fuera por tu amor, ¡qué mal te amaría! ¡Qué mal sabría amar a los demás!
Tu pones en mi el querer y el obrar. Gracias, Señor.