29 de abril
Viernes octava de Pascua
Jn 21, 1-14 Es el Señor
Solo te reconoce, Señor, aquél discípulo que tú tanto querías, el que sabía q2ue tú tanto le querías, el que había anidado su vida en el amor entregado, el que había recostado su cabeza en tu costado. Conocerte es saber que me amas. Y dejar que tu presencia reconocida me manifieste, una vez más, tu amor.
Autor: Nano SM
Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa.
Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.
Lee todas las entradas de Nano SM