orante en la noche

15 de enero
Miércoles I

Mc 1, 29-39 Se levantó de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, se marchó a un lugar solitario y se puso a orar.

Aquí estoy, señor, vengo porque me has llamado. Habla señor, que tu siervo escucha. Esto te decimos cada día, antes de que claree el alba, tantas mujeres y hombres a los que nos has regalado el don de la oración: tantas veces distraída o somnolienta, siempre fecunda en el misterio de tu amor. Así cada día nos unes a ti.

Autor: Nano SM

Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa. Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.