5 de julio
Martes XIV
Mt 9, 32-38 Rogad, pues, al Señor de la mies
Eso nos pides, rogad al señor de la mies que envíe obreros a su mies. Muchas de nuestras congregaciones religiosas, desde luego la mía, están en un punto crítico, sin vocaciones. Muéstranos, Señor, el camino que hemos de seguir. Haznos más tuyos y menos nuestros, agradecidos a tu voluntad. Envía, Señor, vocaciones a tu Iglesia, para que siga testimoniando la alegría del evangelio, tu buena noticia. Enamóranos de ti. Envía obreros a tu mies.
Él,nunca nos abandonará, seguirá enviando a su Iglesia obreros llenos de su Amor.
Es una oración diaria que hacemos, y puesto que Dios nos ama y escucha, llegarán.