7 de diciembre
II domingo de adviento
Is 40, 1-5.9-11 Consolad, consolad
Consolad, consolad, hablad al corazón, preparad, allanad, enderezad, igualad, subid al monte elevado, alzad la voz, mirad al que viene, dejad que os tome en brazos, que os haga recostar en su ternura infinita, esperad, apresurad su venida, confiad en la promesa, procurad que os encuentre en paz…Caen tus verbos sobre mi tierra en barbecho, ¿cuál me fecundará?
Tu ausencia deviene en desierto, en vislumbrar sólo arena a nuestro alrededor hasta el límite con el horizonte.
Por eso te esperamos, Señor, con alegría y con la esperanza de que tu llegada nos encuentre en paz.
Consolad. Dejaos abrazar por el, por Él que viene, por el que ya está cerca. Notad su cercanía, su respiración que calienta el alma. Dejaos acariciar por sus manos. Aceptar su voluntad. Recibir su cariño. Dejaos tocar el corazón para sentiros amados por Él, para sentiros amados por el AMOR.
Reina del Adviento, acompáñanos.