17 de abril
Sábado II de Pascua
Jn 6, 16-21 Soy yo, no temáis
Tu presencia, Señor resucitado, suscita siempre una fuere impresión, una duda, una vacilación, un temor que queden desenmascaradas las intenciones ocultas de nuestro corazón, que por otra parte es un corazón creado a tu imagen y semejanza, un corazón de carne. Tú, que lo sabes, cuando apareces me dices. “No temas. De mi presencia en tu vida solo puede venir bien y fecundidad para ti.”
«No temáis» (Jn 6,20), Hoy Jesús conociendo nuestra naturaleza frágil nos anima a la confianza en Él, sabe de nuestros miedos, de nuestra cobardía.
Unida a Él, siempre tenemos esa paz que todo lo hace más llevadero.
¡¡Gracias Señor por comprendernos y no dejarnos huerfanos.!!
Un abrazo Josefa.
Nos dices «soy yo» y te haces cercano, actual, tanto que vienes a entregarnos nuestro yo más verdadero, a cada uno. Tanto, que vienes a entregarnos nuestro ser más verdadero, tu vida que ya no muere mas Señor, porque estás resucitado. Nos dices «no temáis» y tus palabras empapan nuestro ser y nuestra vida y disipan los miedos… Gracias Señor, y aumenta nuestra fe.
Gracias Luis