7 de septiembre
Lunes XXIII
Col 1, 24-2,3 Este misterio es Cristo…
… en quien están encerrados todos los tesoros del saber y conocer. En ti, Señor, toda la existencia, todo nuestro ser, nuestro saber, nuestra ignorancia, nuestras búsquedas, nuestros deseos, nuestros anhelos, toda la sabiduría, el tesoro de la vida, el sentido de nuestra realidad, el sentido de la existencia. Misterio encerrado, desvelado en ti, en el silencio de la contemplación, sin buscar nada, sin pensar nada, solo mirando el misterio de tu ser.
Quien vive unido a Ti, se llena su corazón de todo.
Me dejo impregnar y hacer vida en mí tus Palabras.
Sabiendo que éste Gran Misterio nos salva.
¡¡Eternamente agradecida!