Magnificat

22 de diciembre

Lc 1, 46-56 Proclama mi alma la grandeza del Señor

Tú eres grande, Señor y mi boca pequeña proclama tu grandeza. De tu boca sale tu Palabra, la dicha de mi salvación. «Siento la voz divina de tu boca, acariciar mi oído tiernamente, tu aliento embriagarme, y en mi frente la mano que ilumina cuanto toca.» En la boca del poeta bebo los versos de tu amor, que tan cerca de tu nacimiento se transforman en silencio, alabanza, asombro y admiración.

12.22

Autor: Nano SM

Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa. Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.