21 de mayo
Martes VII
Ecl 2, 1-13 Amadlo y él iluminará vuestros corazones
Solo por abrirme al don de tu amor, y esperar en el amor que apenas acierta a amarte, iluminas mi corazón, que descansa sereno en tu bondad. Luz que llega en medio de la noche; luz que acierta a desentrañar el abismo; luz que pierde la anchura y la altura de la propia luz; luz que no sabe expresarse pero sabe comunicarse, e iluminarlo todo. Confía en el Señor, que él te ayudará; espera en él, te allanará el camino. Esperad de él bienes, gozo perpetuo y salvación.
Despierta en la noche fría
vuelvo a tu luz.
Estoy descalza.
Quedo abrigada y enardecida
por tu alba.
Eres una llama prendida en el fondo de nuestro corazón que ilumina lo que es justo en medio de lo injusto
Deseo e intento estar muy pegada a ti Señor.
Sé que cuando estoy unida a Ti, siempre me ayudas a superar obstáculos. Que cuando caigo por mi flaqueza, tú tienes misericordia de mí y me levantas.
¡¡Yo te he defraudado,Tú jamás!!