Limosna de viuda

5 de junio
Sábado IX

Mc 12, 38-44 Se acercó una viuda pobre y echó dos reales

Toda la riqueza en esos dos reales. La mayor generosidad, la mayor entrega, la mayor radicalidad en el dar. Porque la pobre viuda da lo que es necesario para vivir, se ha desprendido sin guardarse nada para ella, poniendo toda su existencia en tus manos. ¿De qué tendría que desprenderme para hacer lo que hizo la viuda?

Autor: Nano SM

Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa. Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.

2 opiniones en “Limosna de viuda”

  1. Señor, que miras hasta lo más recóndito de nuestros corazones, tú no nos pides riquezas (qué sí)pero esas riquezas deben de ser de tu ser, de tu corazón, sin aspaviento, desde lo más profundo de tu corazón. Hoy nos enseñas que no es la cantidad que nos sobra lo que hace la caridad, sino lo que necesitamos nosotros lo compartimos.¡¡Ayudanos a ser consciente de las necesidades de los demás!!

    Gracias Luis por la meditación de la palabra. Josefa

  2. ¿De qué tendría que desprenderme para hacer lo que hizo la viuda?: Ella no dio lo que le sobraba, ella dio todo lo que tenía, ella dio su vida, se quedó sin nada.
    Ayudame, Señor, a dar cada día todo lo que tengo, mi tiempo, mi sonrisa, mis manos, mis pies, mi ayuda, mi compañía…, ayudame a dar a los demás mi vida entera porque la vida no sobra, la vida es todo lo que tengo y tú me la has regalado, y es por ese regalo por lo que yo no puedo quedarmela para mí sola.
    Hoy es día para pensar lo que tengo, lo que he recibido y lo que doy.

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