24 de noviembre
Lunes XXXIV
Lc 24, 1-4 sabed que la pobre viuda ha echado más que nadie
Écha mi ser, Señor, en el arca de tu ofrenda.
Autor: Nano SM
Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa.
Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.
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Dios, mira mucho más la humildad generosa, que los grandes aspavientos.
Me gustaría tener sólo un poco de la experiencia de Dios que tiene esta viuda. En la necesidad de los otros ve tan claro el rostro de Dios que se olvida de su propia necesidad y a la vez se siente amada por Él. Haznos «viudas» Señor.
Incluso cuando desaparezca mis cenizas abonarán tu tierra