16 de septiembre
Jueves XXIV
1 Co 15, 1-11 Os recuerdo el evangelio que os proclamé…
Volver a pasar por el corazón, hoy, la verdad del primer anuncio del evangelio: Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras; fue sepultado y resucitó al tercer día, según las Escrituras.
Es la verdad que nos funda, que nos salva. Que no se malogre nuestra fe en Ti, Señor.
Autor: Nano SM
Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa.
Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.
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Tal como dice S. Pablo en 2 Cor 3,3 «solamente puede haber kerigma cuando la Palabra es anunciada y vivida».
La vida de uno es la mejor interpretación y adaptación del kerigma a todos los tiempos y a todas las situaciones.
¿De qué sirve que prediques lo que luego no eres capaz de vivir en tu vida?.
Los que tenemos una labor de «misión » dentro de la comunidad de la Iglesia debemos de tener un exquisito cuidado en demostrar que nuestra vida está al servicio de Dios,que no estamos para servirnos,al contrario,estamos para servir a toda la comunidad y especialmente para servir a quién nos ha llamado sin nosotros merecerlo,a quién ha confiado en nosotros sin nosotros merecerlo.
Si nosotros con nuestra vida,con nuestras obras,reflejamos un poco a Dios,es el mejor ejemplo de kerigma que podemos ofrecer…pero es tan dificil,porque aunque queramos ser buenos,somos humanos y fallamos,pero para eso está el sacramento del perdón (que habria que practicar más a menudo)