19 de febrero
Lunes I de cuaresma
Mt 25, 31-46 Venid vosotros, benditos de mi padre, porque….
Sed misericordiosos como tú eres misericordioso. Transformar mi vida con el criterio de la donación al prójimo, al más necesitado, con el criterio de tu amor, de tu cruz. Crucificar mi ego. Entregarme a ti. El criterio de tu evangelio, dar de comer al hambriento, de beber al sediento, dar posada al refugiado, vestir al desnudo, visitar a la prisionera, y no cerrarme a mi propia carne. Que sangra por la herida.
¿Siento el dolor de los refugiados,de los enfermes,de tantos como sufren el terror de la guerra,el hambre ,la injusticia?.¿lo siento en mi carne y,cuando me hablan de ello ,me lamento y me quedo en “que puedo hacer yo?y sigo igual.Señor ten Misericordia ¿que quieres que haga?
Unos sufren
otros matan cuerpos y esperanzas
¿puedo hablar contigo sin que mi corazón se quiebre?