Irse en paz

29 de diciembre
Octava de navidad

Lc 2, 22-35 Ahora, Señor, puedes dejar a tu siervo irse en paz

La paz del saberte presente en medio de nuestra historia y nuestra vida; la paz del haberte reconocido con estos ojos que se han de comer la tierra y, sin embargo, si te ven a ti te seguirán viendo en gloria y esplendor. La paz del que reconoce tu luz como la que ilumina el mundo, la luz interior que me ofreces, que ya me das, porque me haces tuyo. Tu paz, Señor, que he cantado en la noche de paz. ¿Qué paz recibo de ti?

Autor: Nano SM

Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa. Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.

Un comentario en “Irse en paz”

  1. Recíbelo, oh Simeón, a quien Moisés contempló en las nubes en el Monte de Sinaí como el Dador de la Ley. Recíbelo ahora como niño que cumple la Ley. Pues la Ley y los Profetas hablaron acerca de Él, encarnado por nosotros y Salvador de la Humanidad. Venid todos a adorarlo.
    Te pido Señor, que nosotros consigamos esa paz, ese encuentro, esa mirada tuya, al final de nuestra vida.

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