10 de septiembre
Lunes XXIII
I Cor 5,1-8 Se oye decir en todas partes que hay entre vosotros un caso de inmoralidad
“Un crimen que genera hondas heridas de dolor e impotencia”. Perdona a tu Iglesia, Señor, por el pecado de pederastia de los sacerdotes, por el mirar hacia otro lado de tantos pastores, por el dolor que hemos causado y el escándalo que hemos generado en tu pueblo fiel, y el mundo, donde estamos llamados a ser luz de las gentes.
“El dolor de las víctimas y sus familias es también nuestro dolor, por eso urge reafirmar una vez más nuestro compromiso para garantizar la protección de los menores y de los adultos en situación de vulnerabilidad.” Francisco, carta al pueblo de Dios, 20 de agosto 2018
¡Hipócritas! ¿por qué habéis robado nuestro mensaje?
Ni siquiera los paganos organizan estructuras de pecado
ni se esconden tras la debilidad.
Sois monstruos depravados, imagen viva del mal
1 Cor 5, 1-8
Informe judicial de Pensilvania