3 de enero
Tiempo de Navidad
I Jn 2, 29-3,6 Ahora somos hijos de Dios, a aún no se ha manifestado lo que seremos
Tú te has manifestado Hijo, amor infinito del Padre por la humanidad, Palabra eterna pronunciada en la noche oscura, y silenciosa, de Belén. Luz que ilumina a todo hombre. Resplandor del Padre. Gloria que ha puesto su morada entre nosotros y nos ha acercado al ser de Dios. Al que podemos adorar, en comunión de amor. Ahora me haces hijo, y apenas alcanzo a imaginar, atisbo que me estremece, una eternidad dichosa junto a ti.
Saber que soy Tú hija, me da valor, fortaleza, para seguir en tus Caminos.
Sé que ellos siempre son justos y verdaderos.
¡¡Gracias por acercarnos al Padre!!
Antes de que me creases ya estaba junto a ti
Para tratar de entender el amor de Dios a la humanidad hay que sumergirse en la sublime entrega de su amado Hijo a los hombres. Sólo el Amor Absoluto puede realizar tal donación.