4 de abril
Sábado V cuaresma
Jn 11, 45-47 Al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en El.
Se aproxima la hora de tu condena, Señor, pero los signos hablan de tu vida entregada, de tu cercanía a los hombres y mujeres necesitados de salvación, de tus palabras de vida, de tu pasar haciendo el bien, sanando a los enfermos, liberando a los oprimidos. Contemplarte así, a las puertas de la Pasión, viendo tantos signos, esperando el signo definitivo, en la cruz. Danos el contemplarte y adorarte en ella a lo largo de esta Semana Santa.
Sí, Señor. Adorarte en espíritu y en verdad, aun sabiendo que nuestra adoración es imperfecta porque somos criaturas limitadas, imperfectos. Y aun así, nos quieres. Y nos quieres desde la Cruz. No podemos dejarte solo ahí. Desde nuestra humanidad, que Tú has compartido, recibe y acepta nuestra adoración y nuestra gratitud. La Pascua, tu Resurrección, es nuestra mejor recompensa.