Arbol de vida

13 de septiembre
Sábado XXIII

Lc 6, 43-49 Cada árbol se conoce por sus frutos.

El que es bueno, de la bondad que atesora en su corazón saca el bien. El tesoro de mi corazón eres tú. El fruto de mi árbol, cuando estoy unido a ti, que eres la vida, solo puede ser un racimo de bondad, verdad y dulzura. Transforma mi corazón, dame un corazón puro, que no lleve cuentas del mal, que perdone siempre, que disculpe siempre, que se olvide de sí, en Ti.

09.13

Autor: Nano SM

Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa. Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.