2 de mayo
Sábado II pascua
Jn 6, 60-69 El espíritu es quien da vida….
…la carne no sirve de nada. Y sin embargo, qué torpe y tardo soy para entender, para comprender que la carne en carne mortal me deja, que tu Espíritu me llena de la gloria de tu resurrección. Y así entre carne y espíritu me debato, y tú rompes mi disquisiciones y bañas mi carne con tu espíritu y quieres engendrarme de nuevo para que de tu luz, tu espíritu de vida.
Gracias Señor por darnos vida, por bañarnos de tu Resurrección, por tocar con tu Espíritu nuestra carne débil y fragil. Gracias por llenar de sentido la enfermedad, el dolor, …la muerte de nuestro cuerpo. Gracias Señor.
Y sin embargo es el lastre tangible, es el dolor superficial, lo que me impide acceder completamente a Ti, es querer rebelarme a lo que me presentas y al poco tiempo sentirme llena de tu calidez y tu Amor y aun así ignorarte una y otra vez, porque solo soy una mujer de carne y hueso, que poca cosa en la inmensidad de tu obra, Señor.