9 de febrero
Martes V
1 R 8, 22-23.27-30 Escucha
Salomón te invoca junto al altar del templo que te acaba de construir. Y en un breve fragmento te pide cuatro veces: “escucha el clamor y la oración de tu siervo” “Escucha la oración que tu siervo te dirige” “Escucha la súplica de tu siervo y de tu pueblo” “Escucha tú, desde tu morada del cielo, y perdona”. Insistencia. Perseverancia. Oración que se hace letanía: escucha, Señor. Escucha mi oración.
Salomón, se sabe necesitado de Dios. Nos deja una maravillosa plegaría de confianza y de ruegos.
No enseña que hay que tener confianza y acudir en toda circunstancia a Dios, incluso nos enseña a insistir sin miedo, sabiendo, que Dios es Padre y que si es para nuestra bien nos atenderá.
La Palabra siempre nos debería interpelar,hacernos más necesitados de Dios.
Un saludo amigo. Josefa