Encarnado

3 de enero
II domingo después de Navidad

Jn 1, 1-18 Y el verbo se hizo carne y habitó entre nosotros

Tú, Señor, carne de nuestra carne. Dios encarnado. Dios con nosotros. Te ofrezco mi carne, que tú bien conoces, con su vulnerabilidad, con su fragilidad, con su pecado, en tus manos. Todas mis pobrezas. Tú sabrás hacer de ella fuente de riqueza, para la vida verdadera, en ti.

Autor: Nano SM

Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa. Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.