11 de enero
Lunes I
Mc 1, 14-20 Se ha cumplido el tiempo
Si ayer escuchaba, Señor, una vez más que soy tu amado, tu predilecto, hoy escucho, como tantas veces, tu llamada a convertirme, a volverme a ti, a creer en la buena noticia de tu evangelio, de tal manera que definitivamente sea uno en ti que eres para mi cercanía, intimidad propicia, don verdadero, cauce de salvación. Conviérteme a ti sin reservas, o al menos hazme cada día algo más tuyo y menos mío.
Te suplico humildemente Señor, que llenes mi ser de humildad, de necesidad de Ti, de búsqueda incesante. Conviérteme plenamente, para obtener la salvación.
Si tus lágrimas lavaran mi alma, las aceptaría