1 de abril
Domingo de Ramos de la pasión del Señor
Mc 11, 1-10 ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!
Que todo mi ser te alabe. Que mi vida, su ser, su tiempo, su interioridad, su exterioridad, sus certezas, sus dudas, sus gozos y alegrías, sus penas y aflicciones, sus realidades, sus deseos, sus anhelos de amor en ti, sus rechazos de ti, no sean sino una vía para salir al encuentro del Bendito que viene en nombre del Señor, nuestro Dios, que es todo clemencia y misericordia, que en Ti nos ofrece la salvación. En el pórtico de la Semana Santa, alabándote siempre.
Con gozo y alegría, sabiendo que seré bendecida, voy en Tú nombre ha celebrar la entrada triunfante en Jerusalén. Sé que lo haces por Amor a todos, te doy gracias.
Frente a la muerte tan sólo nos queda la entrega total, la rendición absoluta, la humildad ante el que todo lo puede