14 de noviembre
Viernes XXXII
Salmo 118 Dichoso
Dichoso el que con vida intachable camina en el ley del señor. Dichoso el que guardando sus preceptos, te sigue con todo corazón. Dichoso quien te busca de corazón, Señor; dichoso el que bebe de tu fuente; dichoso el que se llena de tu silencio; dichoso el que en las nubes ve el paso de tu gloria, nada y vacío. Dichoso quien ama a su hermano, y a su enemigo, en los pequeños detalles de cada día, esos que pasan desapercibidos, esos que muestran la calidad inaudita del amor. Dichoso el que se esconde en ti y se hace universal por tu dicha.
Dichoso el que contempla la dicha
Siempre que leo y medito éste salmo, me digo ¡¡Qué felices viviríamos los hombres, caminando por la senda del Señor! Te veríamos en todo y cada uno de los hombres, en el esplendor de la creación. Intento seguir tus caminos Señor, para vivir la dicha del encuentro.