27 de enero
III domingo
Nehemías 8, 2-4ª.5-6.8-10 Hoy es un día consagrado a nuestro Dios
Con sol, con lluvia, con calor, con frío, con e3l corazón abatido o saltando como un cabritillo, despierto o soñando, abierto a Ti o cerrado, hoy es un día consagrado a nuestro Dios, es tu día, Señor, y sólo debería vivir para ti, cada instante, cada minuto, cada hora, sin distracción, sin dilaciones. Que todo mi ser se convirtiera en alabanza de tu gloria, que nada ni nadie me hiciera olvidar que es día de resurrección, que de ti recibo la salvación.
¡¡Que invitación más bella nos haces a estar atentos, a lo que nos dice hoy la Palabra de Dios!!
Con que ardor debo de recibirla, transmitirla, hacerla vida en mi.
¡Ayúdame Señor, a vivid en plenitud éste día consagrado a Ti!!
dame fuerzas para entender y seguir adelante….