7 de febrero
Viernes IV
Ecl 47, 2-11 David
Jugó con leones como si fueran cabritos, con osos como si fueran corderos. Invocó al Señor, quien dio vigor a su diestra, por todas sus acciones daba gracias al Altísimo, el Santo, proclamando su gloria. Con todo su corazón entonó himnos demostrando su amor por su Creador. El Señor le perdonó sus pecados.
Así sea en mi, por tu misericordia.
Autor: Nano SM
Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa.
Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.
Lee todas las entradas de Nano SM