23 de noviembre
Jesucristo rey del universo
Mt 25, 31-46 Venid vosotros, benditos de mi padre, heredad el reino prometido
Te diré mi amor, Rey mío, adorándote en la carne del que tiene hambre, del que tiene sed, del que es forastero, del que está en la cárcel, del que está desnudo, enfermo…Rompo el frasco de mi perfume de nardo para adorar tu cuerpo que en pajas yace. Hazme uno con tu amor, con tu entrega, con tu compasión.
Agradezco en nombre de quienes tenemos lejanía (solo física) de la Iglesia y dificultades para vivir la fe, estos comentarios de la Palabra
Hoy en la Eucaristía me cuestionaba mis actitudes frete a la Palabra, sentí una inmensa preocupación. Creo que debo de seguir madurando el Amor sin medidas que el Padre me pide.
Cuando ya no pueda más recuérdame lo que has hecho por mí:
cuando tuve hambre pusiste ante mí un amigo,
cuando tuve frío me abriste la casa de un extraño,
cuando tuve ansias de soledad me diste el desierto,
cuando tuve sed llovió sobre mí tu misericordia.
Para que no olvide tornar amor con amor