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4 de junio
Lunes IX semana

Tb, 1,3; 2, 1-8 Tráelo para que coma con nosotros

Tobit manda a su hijo a buscar un compatriota pobre, de entre los exiliados, para compartir con él el alimento. Compartir con el otro, el pobre, parte ¿o toda?, nuestra vida. Hacernos sensibles a las necesidades del prójimo. Tener una mirada sensible que sabe captar la pobreza y  se deja interpelar por ella. Y no solo se deja interpelar por ella sino que le abre las puertas de la casa, del propio ser. Tráelo para que coma con nosotros. Le ponemos un sitio en nuestra mesa. Entra a formar parte de nosotros. Ayúdanos tú, Señor, a cumplir tu Palabra.

Autor: Nano SM

Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa. Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.

Un comentario en “Compartir”

  1. Sentar a alguien a nuestra mesa es abrirle las puertas de nuestra casa, de nuestra familia, de nuestra vida.
    Compartir con alguien un plato de la comida que tenemos en la mesa es multiplicar, de nuevo, los panes y los peces.
    Abrir a alguien nuestro yo, es darnos a nosotros mismos, acompañar, ayudar, escuchar, sonreir.
    Señor, solo podremos llegar a esto si escuchamos tu Palabra.

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