29 de mayo
Miércoles VIII
Salmo 78 Llegue a tu presencia el gemido del cautivo
Pongo en tu presencia el gemido del cautivo, del que está en la cárcel, del preso y de la presa condenado por asesinato, por terrorismo, por violencia de género, por abusos sexuales, por maltrato infantil, por narcotráfico, por malversación de fondos, por delitos fiscales, por corrupción, a por cuestiones políticas, de creencias, de….a todos los presos y presas del mundo. Llegue hasta ti el clamor de su corazón, se para ellos fuente inagotable de liberación.
Prisionera de amor por ti
en mi celda cabe todo el universo.
Vuela la libertad herida
hacia las cumbres más altas.
¡¡Me uno a tú plegaría!!
Siempre pienso que son tus hijos, que han desviado su rumbo, que necesitan que oremos por ellos, ya que ninguno de nosotros estamos libre de culpa.
Lo único que una presa necesita para ver la luz es que alguien la mire como hija de Dios